La textura es el grano táctil de las superficies y sustancias, nos ayuda a comprender la naturaleza de las cosas: los rosales tienen espinas para proteger las delicadas flores; una carretera de piso uniforme indica un tránsito seguro; una niebla espesa tiende un velo sobre nuestros ojos… La textura de los elementos de diseño se corresponde con su función visual. Una superficie elegante con delicados estampados puede servir para adornar el interior del edificio de un spa o sus folletos publicitarios; de la misma forma en que una alambrada de púas puede funcionar como una metáfora de la violencia o el encarcelamiento. En el diseño, la textura es física y virtual. Comprende tanto la propia superficie empleada en la factura de una pieza impresa o de un objeto físico, como la apariencia óptica de dicha superficie. Un papel puede ser rugoso o liso, un tejido fino o rústico m, y el material de embalaje brillante o mate. Muchas de las texturas que manipulan los diseñadores existen como efectos ópticos y como representación, el receptor no las experimenta físicamente. La textura incrementa el nivel de detalle de una imagen, proporciona una cualidad general distintiva a su superficie, y recompensa la mirada que la observa desde cerca. Fuente: Diseño gráfico nuevos fundamentos. Ellen Lupton / Jennifer Cole PhillipsTexturas